Lush: cosmética natural, vegetariana y ética

Si algo nos gusta de LUSH son sus agallas: en medio de un mercado monopolizado por avances científicos y nanotecnología cosmética, ellos se bajan del carro para abrirse un hueco gracias a sus productos cosméticos naturales, hechos a mano y respetuosos con el medio ambiente.
Y además, luchando por los derechos de los animales. ¡Olé!
Entonces, ¿cómo no hablar de ellos? Descubre más acerca de estos jabones, champús, lociones, cremas y otros cosméticos que comparten nuestro amor por lo natural y que siguen al pie de la letra nuestra filosofía Lemongrass.
Los champús sólidos de Lush
La seña más distinguida de esta marca inglesa son, sin duda, sus champús sólidos: una revolución en toda regla en un mercado dominado por el formato líquido y unos usuarios acostumbrados a una manera específica de enjabonarse el pelo.
Porque, ¿cómo se lava uno el pelo con un champú que es sólido?
En realidad, el quid de la cuestión -que es lo que realmente marca la diferencia- es la ausencia de agua. Para conseguir la textura líquida de la fórmula a la que estamos acostumbrados, el agua es un ingrediente fundamental.
Pero también lo es como caldo de cultivo de bacterias, que la aprovechan para crecer y multiplicarse.
Ah, ¿no lo sabías? Los cosméticos también caducan. Y si tardan más es porque llevan conservantes sintéticos.
Como los parabenos, los conservantes más utilizados en cosmética por ser muy baratos, incoloros, inodoros y tener un amplio espectro de actividad antimicrobiana.
Los productos de Lush van de otro rollo. Son auto-conservantes.
¿Cómo lo han conseguido? Pues erradicado el problema principal y dándole una vuelta hasta llegar a estos champús sólidos, que aunque no lo creas, ya existían hace más de medio siglo.
Y además nos encanta su claim: Los mejores conservantes de Mamá Naturaleza.
En nuestros productos utilizamos arcilla, calamina, talco y caolín y sal (que es alcalina) para reducir la reproducción de bacterias ya que éstas sólo crecen en condiciones ácidas – Lush
Productos naturales con conservantes naturales, ¿no os he dicho que tiene una filosofía muy Lemongrass?
Champús al desnudo. Naked packaging
Siguiendo con sus valores ecológicos y ya metidos en faena, las cabezas pensantes de Lush estaban concienciadas del daño medioambiental que supone la cantidad de envases de plástico que se consumen anualmente.
¿Sabías que el plástico tarda unos 450 años en descomponerse?
Así que en Lemongrass aplaudimos la idea de que estos champús vengan al desnudo, ayudando a reducir el impacto medioambiental y protegiendo a la Madre Naturaleza.
Aunque si hubiera que ponerle un “pero” a lo que a todas luces es una gran ventaja, sería el modo en el que tienes que guardar este champú sólido en tu baño.
Básicamente, que o te buscas un platito o una jabonera, o llenarás toda la ducha o bañera de restos de jabón.
¡Así que no digas que no te avisamos!
Por otro lado, otra característica que personalmente me encanta es que por fin puedes volar con tu champú favorito y despreocuparte de los controles de los aeropuertos.
Increíblemente cómoda para viajar, solo tienes que meter tu pastilla preferida en el estuche metálico (precio: 2,00€) y olvidarte de la restricción de los 100 ml.
Lo que más nos gusta
El olor. Cacao, vainilla, frutas tropicales, café… cada mezcla única de ingredientes naturales desprende un aroma delicioso que hace que no puedas dejar de olerte el pelo o la piel.
Todo natural. Todo apetecible. Todo bueno para ti y para el planeta en el que vivimos.
Pero ¡cuidado! Que aunque tengan forma de macaron, no, no son comestibles 🙂
Duran entre 80 y 100 lavados y cada pastilla equivale a 3 botes de champú. ¡Todo un ahorro en dinero y en plástico!
Y su formato compacto es un gran aliado a la hora de cargar y preparar un neceser.
Lo que menos nos gusta
Existen muchos modelos y cada cual más apetecible pero, ¿cómo sé cuál es el adecuado para mí?
Si hubiera que ponerle una pega a la tienda online de Lush sería esta: la falta de información a primer golpe de click para escoger el producto que más nos conviene.
¿Pelo seco? ¿Pelo graso? ¿Cuero cabelludo sensible? Los nombres son muy originales pero no nos dan muchas pistas y las descripciones… pues tampoco, vaya 😉
Así que si tuviera que pedir un deseo a esta gente de Lush les diría: ¿qué tal un filtro o un menú con los tratamientos más habituales? Es cierto que si en la lupa metes el término que buscas te devuelve información, pero todo a base de clicks y de dejar a un lado la usabilidad.
No obstante, suplen esta falta de intuición con una excelente atención al cliente. Así que tanto por chat como por mail ¡te responden y despejan todas tus dudas!
Consejo Lemongrass
Pruébalos. Si estás en Madrid, Barcelona o Mallorca, acércate a una de sus tiendas físicas y maravíllate con los olores, texturas y posibilidades.
Si estas ciudades te pillan lejos, no dudes en navegar por su tienda online y zambullirte en esta nueva experiencia para tu piel y cabellos.
¡Lo natural nunca defrauda!